sábado, 26 de octubre de 2019

Reseña de la saga La Selección de Kiera Cass. Segunda Parte



¡Hola!

Continúo con la reseña de la saca La Selección de Kiera Cass.

Estas reseñas las hice hace años, apenas terminé de leer los libros, y han estado archivadas desde entonces. Hoy, por fin, me decido a publicarlas.

¡Espero que les guste!


*Suspiro*
Ha llegado la hora de hacer esta reseña y la comienzo muy emocionada.
La Heredera y La Corona
Maxón y América tuvieron su final feliz, se casaron y ahora reinan juntos al pueblo de Illéa.
Las reglas han cambiado. Las princesas no son vendidas para hacer alianzas con otros países, y no tienes que ser hombre para heredar el trono, también la selección como una obligación ha desaparecido. Como era de esperarse se han eliminado las castas y el gran trabajo de los reyes ha logrado hacer alianzas con países con los que antes estaba en guerra y por último, los rebeldes han desaparecido.
Así que a simple vista Eadlyn Schreave tiene las cosas más fáciles que sus predecesores; ha alcanzado la mayoría de edad y en poco tiempo estará lista para ascender al trono, siendo la primera reina de nacimiento de Illéa. Con todo esto, el amor no es algo que esté en sus planes más cercanos y tachar la palabra esposo de una lista aun le llevará tiempo.
Sin embargo, no todo es lo que parece, pues aunque se han eliminado las castas los prejuicios que venían con ellas aún permanecen en la mente de los ciudadanos, por lo que aún hay Sietes y Ochos a los que les cuesta encontrar trabajo, Cincos a los que no se les permite aspirar a más en la vida y Doses que no puede aceptar verse rodeados de personas que consideran inferiores a ellos. A las personas se les ha dado la libertad para vivir sus vidas como quieran, pero aún no saben cómo hacerlo.
El pueblo no está feliz y sienten que a la monarquía no le importa sus vidas.
Los Schreave buscan desesperadamente una manera de distraer al pueblo mientras encuentran una solución a los problemas que han dejado las castas, y como último recurso han decidido sacarse una carta de la manga, una que se creyó eliminada y esperaban no tener que implementarla otra vez.
Han decidido hacer otra selección, y por primera vez los candidatos competirán por la mano de una princesa.

Esta historia está llena de primeras veces.
El problema es que Eadlyn no puede estar más en desacuerdo con esa idea. Primero, no cree que con una selección vaya a vivir una gran historia de amor como la que tuvieron sus padres, y segundo, no cree que necesite una gran historia de amor. Para Eadlyn tener el control es de las cosas más importantes en su vida, y no considera necesario tener a un hombre a su lado para gobernar un país, porque ella solita se basta.
Eadlyn se niega rotundamente a que su vida amorosa sirva de entretenimiento a un país, pero entiende que su padre lleva una gran carga, así que toma la decisión de echarle una mano con eso. Por lo que ahora tenemos, una nueva selección… aunque con muchas más reglas y un tiempo límite.
Para empezar, todo el que quiera abandonar el palacio puede hacerlo sin necesidad de ser echado; algo muy importante para la princesa porque así puede idear mil maneras para que sus pretendientes emprendan la huida. Además el tiempo de la selección durará un mínimo de tres meses, no menos; pero tampoco podrá extenderse mucho más. Si en ese lapso no encuentra al que será su futuro esposo, la princesa puede cancelar la selección si así lo desea.

Mi opinión:
La idea de que Maxon y América forzaran a su hija a tener una selección no fue de mi agrado, después de todo lo que ellos pasaron en la suya sentí que eran hipócritas al proponerlo, y más si era para la salvación de ellos. Fue injusto que sometieran a su hija a este proceso porque no encontraban la manera de calmar las aguas en el país. Pero este malestar fue disminuyendo a medida que se desarrollaba la historia. Al final deje de culparlos.
Una vez superado este sentimiento de traición es fácil dejarse envolver por la vida de Eadlyn.
Tenemos a una princesa orgullosa, mimada y controladora que no quiere que nadie toque su corazón, por lo que a los pretendientes les costara muchísimo llegar a ella y eliminar todas las barreras que la envuelven y los separan.
Eadlyn puede parecer cruel, y lo demostró muy bien en su primera eliminación, la cual fue más que desconsiderada, lo que no pasó desapercibido a los ojos del público. De modo que si quiere que su selección sea un espectáculo va a tener que esforzarse en parecer interesada y no que parezca que en realidad es un trabajo y un sacrificio. Sobre todo porque –aunque ella no lo sabe– su pueblo la odia.
Comencé a leer este libro sin muchas ganas, esperaba más de lo mismo y eso no me emocionaba en lo más mínimo, pero sentía la necesidad de cerrar un ciclo. No puedo solo abandonar una saga y aunque no me gustaron los primeros tres libros, tampoco representaba un gran sacrificio continuar la historia,  me tomaría un par de días como mucho.
Pero ahora que he terminado la saga me alegra haber llegado hasta aquí.
Solo me han encantado dos libro de La Selección, el primero es éste y el segundo, su continuación. La historia de Eadlyn es, sin lugar a dudas, más interesante que la de sus padres. Puede que sea que la narración desde el punto de vista del seleccionador es mejor que desde uno de los seleccionados. O que ver a una mujer tan fuerte y decidida a pesar de ser tan joven sea algo que me emocionó. Pero lo cierto es que, en mi opinión, son los mejores libros de la saga.
A lo largo de la historia vemos como el personaje evoluciona y se convierte en una mejor persona y lo que más me ha gustado es que no fue uno, sino todos los candidatos los que influyeron en ella para convertirla en lo que llegó a ser.
Una de las cosas de las que me quejé en los primeros libros fue que desde el principio se sabía quién sería la elegida.
Y entre las cosas que más me han gustado de La Heredera y La Corona es que nunca estuve segura de quien se robaría el corazón de esta princesa. Hasta yo me preguntaba quien sería el mejor candidato; estos chicos robaron un pedacito de mi corazón.
Cada uno de los candidatos, pero sobre todo los finalistas lograron llegar al corazón Eadlyn, le enseñaron a ser mejor persona, a querer a su pueblo y valorar a los que la rodeaban. Y un chico en particular le hizo entender que vale la pena sacrificarlo todo por amor.
Algunas cosas más que decir:
En estos libros Maxon y América pasaron a llamarse “papá” y “mamá”, y de verdad esos se convirtieron en sus nombres oficiales, porque no se imaginan lo raro que era leer que los llamaran de otra manera (no creo que me explique bien, pero probablemente lo entiendan).
Los hermanos de Eadlyn le dan tanta vida a esta historia como cualquiera de los seleccionados, la relación que tiene con Kaden y Osten es hermosa, y la conexión con Ahren es algo que va más allá de este mundo.
Una cosita sin importancia: Cada vez que leía Ahren pensaba en Arrendelle. No me lo pude quitar de la mente hasta que busque en internet y descubrí que era el reino ficticio de Frozen (el subconsciente es tan extraño). Solo quise compartirlo.
A los fanáticos de Aspen quiero decirles que también es importante en esta historia, aunque de una manera muy diferente a lo que fue en el pasado. Su nombre también cambió, por lo que cada vez que leía “Aspen” me emocionaba mucho. Además, me encantaba cada vez que sugería que podía matar a alguien.
Un par de candidatos me dio una sorpresa que me hizo gritar y saltar de alegría. Como única pista diré que pertenecían a la Élite y que terminé amándolos.
Por algún motivo me imaginaba a Eadlyn como Danielle Campbell, ¿saben? Davina Claire de Los Originales (The Originals).
No voy a decirles quien fue el elegido, pero sí que contaba con todo mi apoyo, aunque no fue mi primer candidato. De todas formas me alegra que las cosas hayan terminado así. ¿Puedo volver a decir que fue hermoso? Porque lo fue. Un final –o casi final– muy emotivo.


Puntuación: 5/5




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